La idea del usuario de Microsoft Windows atormentado, perdido ante la maraña de indicaciones que no entiende, intentando bajar un programa, y que –desesperanzado ante la imposibilidad de hacerlo– se decide a escribirle un mail al servicio técnico, entre otras cosas, no es un menester único de los millones de usuarios de Windows repartidos por el mundo. Sino que también lo sufre en carne propia el dueño de la empresa, Bill Gates, que el viernes pasado tuvo su último día de trabajo full time en Microsoft Corp. Un correo de 2003 descubierto por el periodista Todd Bishop del diario Seattle Post Intelligencer, da cuenta de los problemas que ha sufrido el magnate del software para entender el monstruo que él mismo creó. “El e-mail es shockeante”, cuenta a Páginai12 Bishop, que entrevistó a Gates para una serie de reportajes publicados en estos días, y a quien le preguntó en persona si ese correo le pertenecía. “Gates sonrió y me dijo: ‘No hay un día en el que no mande un correo... como ese tipo de correos. Ese es mi trabajo’”, según cuenta Bishop desde Seattle.
Gates se refirió al asunto durante su última charla pública con sus empleados e hizo un chiste: “Uno de los diarios obtuvo un correo que yo envié sobre cómo tal vez Windows podía haber sido mejor en algo. Ellos –en referencia a Bishop– me dijeron ‘Es un e-mail shockeante’. Y yo les dije: ‘¿Qué crees que hago todo el día? Envío mails como ésos, ése es mi trabajo. De esto se trata. Nosotros estamos aquí para hacer las cosas mejor”.
El mensaje original fue enviado por Gates el miércoles 15 de enero de 2003, a las 10.05 AM, hacia Jim Allchin, y con copia a Chris Jones, Bharat Shah, Joe Peterson, Will Poole, Brian Valentine, Anoop Gupta, ejecutivos de la empresa de software. El asunto decía: “Windows Usability Systematic degradation flame” (“La resistencia a la degradación de WUS”) y –según su transcripción original, publicada por primera vez el jueves 26 de junio en la web, sus dichos no diferían mucho de los de un usuario común.
Lo único que pretendía Gates era comprar y bajar el programa Movimaker, que sirve para editar videos, y que había sido adquirido recientemente por la empresa de su propiedad. Gates debería haber encontrado un botón en la sección de download de Microsoft.com que le permitiese bajarlo, e instalarlo, pero se topó con una serie de dificultades que se fueron agudizando con el paso de las instrucciones, hasta lograr ribetes kafkianos.
“Estoy decepcionado –escribió Gates—. Decidí bajar Movimaker (...), entonces fui a Microsoft.com. Ellos tienen un sitio de download, entonces entré ahí. Las primeras cinco veces que usé el sitio, mostró un error de ‘time out’ mientras trataba de entrar a la página de download. Después de 8 segundos, logré entrar. El sitio es tan lento que es inutilizable. Como el programa no estaba en el top 5, fui a buscar los otros 45 programas para bajar. Los 45 nombres son totalmente confusos (...)” . Gates cuenta cómo ingresó a la sección “Media stuff”, escribió “movie” y nada, después escribió “movie maker”, y nada, entonces se rindió y le mandó un correo a Amir (uno de sus empleados) diciéndole: “¿Dónde está el download de Moviemaker? ¿Existe?”. La respuesta, según Gates, fue que “usar la página de download para bajar algo no era algo que ellos habían previsto”. “Me dijeron que tenía que ir al botón de búsqueda de la página principal y escribir movie maker (no movimaker!) Traté de hacerlo. El sitio era patéticamente lento, pero después de 6 segundos de espera el programa apareció. Entonces pensé que iba a ver un botón de download. Pero era más bien un puzzle que tenía que resolver. El sistema me dijo que vaya a Windows Update, donde tuve que lidiar con otras cosas”, cuenta Gates, superado. “¿Por qué tengo que ir a otro sitio y hacer un scan para bajar Movimaker?”
El correo, que estaba oculto entre documentos que se hicieron públicos en uno de los tantos acuerdos “antimonopólicos” de Microsoft Corp. con la justicia norteamericana, muestra el esfuerzo que tenía que dedicarle Gates a realizar los cambios dentro de la compañía.
Esos miles de documentos estuvieron disponibles on line muy poco tiempo, pero Bishop –que cubre al mundo de Microsoft desde hace años– se hizo un lugar en su disco duro para bajar la información. “Chequeé doblemente que el correo fuera cierto antes de entrevistar a Gates, el 16 de junio pasado, y cuando lo entrevisté no me negó que fuera suyo. El viernes 27 a la mañana lo confirmó públicamente en el último día de su trabajo”, cuenta Bishop a este diario, que publicó también el audio on line (http://seattlepi.nwsource.com/microsoft/) de la charla que Gates dio ante 800 empleados.
La publicación fue una fiesta para los frustrados usuarios de Windows que inundaron los blogs con comentarios del tipo “toma algo de tu propia medicina”. La descripción del correo habla del trabajo de Gates pero también de la ineptitud de los programadores de Windows para tomar decisiones de amigabilidad y usabilidad del sistema.
En el correo, Gates se hace una serie de preguntas sobre el funcionamiento del sistema como “¿Windows Update no tiene una manera de comunicarse con Windows?”, cuando supo que tenía que bajar 17 megas de actualizaciones para seguir con la instalación. “Me puse a bajar cosas. Eso fue rápido, luego quise hacer la instalación. Me tomó seis minutos y la máquina estaba tan lenta que no la pude usar para ninguna otra cosa. ¿Qué demonios pasa durante esos seis minutos? Es una locura. Esto pasa después de que el download haya terminado. Luego me pidió que reiniciara la máquina. ¿Por qué debería hacerlo? Yo reinicio la máquina cada noche, ¿por qué debería reiniciarla esta vez? (...) Entonces volví y fui a Windows Update, olvidé por qué estaba en Windows Update si lo que quería era instalar el Movimaker. Volví a Microsoft.com busqué las instrucciones y tuve que clickear en una carpeta llamada Windows XP ¿Por qué debería hacer eso? Windows Update sabe que estoy en un Windows XP”.
Después de describir el confuso sistema de instalación, y de tener que atravesar otras zonas inhóspitas hasta poder instalarlo, Gates fue a su panel de control, y encontró que... el programa que acababa de instalar no estaba, que los archivos de sistema no funcionaban y el registro tampoco. “Es un desastre absoluto”, escribió Gates. Ahora que Gates será un empleado part time de algunos proyectos de Microsoft, y se dedicará a despilfarrar 37 mil millones de dólares en esa empresa, muchos se preguntan quién hará su trabajo diario. “Es una buena pregunta”, concede Bishop a este diario. “Y no sé si Microsoft sabe la respuesta”, cierra.
Gates se refirió al asunto durante su última charla pública con sus empleados e hizo un chiste: “Uno de los diarios obtuvo un correo que yo envié sobre cómo tal vez Windows podía haber sido mejor en algo. Ellos –en referencia a Bishop– me dijeron ‘Es un e-mail shockeante’. Y yo les dije: ‘¿Qué crees que hago todo el día? Envío mails como ésos, ése es mi trabajo. De esto se trata. Nosotros estamos aquí para hacer las cosas mejor”.
El mensaje original fue enviado por Gates el miércoles 15 de enero de 2003, a las 10.05 AM, hacia Jim Allchin, y con copia a Chris Jones, Bharat Shah, Joe Peterson, Will Poole, Brian Valentine, Anoop Gupta, ejecutivos de la empresa de software. El asunto decía: “Windows Usability Systematic degradation flame” (“La resistencia a la degradación de WUS”) y –según su transcripción original, publicada por primera vez el jueves 26 de junio en la web, sus dichos no diferían mucho de los de un usuario común.
Lo único que pretendía Gates era comprar y bajar el programa Movimaker, que sirve para editar videos, y que había sido adquirido recientemente por la empresa de su propiedad. Gates debería haber encontrado un botón en la sección de download de Microsoft.com que le permitiese bajarlo, e instalarlo, pero se topó con una serie de dificultades que se fueron agudizando con el paso de las instrucciones, hasta lograr ribetes kafkianos.
“Estoy decepcionado –escribió Gates—. Decidí bajar Movimaker (...), entonces fui a Microsoft.com. Ellos tienen un sitio de download, entonces entré ahí. Las primeras cinco veces que usé el sitio, mostró un error de ‘time out’ mientras trataba de entrar a la página de download. Después de 8 segundos, logré entrar. El sitio es tan lento que es inutilizable. Como el programa no estaba en el top 5, fui a buscar los otros 45 programas para bajar. Los 45 nombres son totalmente confusos (...)” . Gates cuenta cómo ingresó a la sección “Media stuff”, escribió “movie” y nada, después escribió “movie maker”, y nada, entonces se rindió y le mandó un correo a Amir (uno de sus empleados) diciéndole: “¿Dónde está el download de Moviemaker? ¿Existe?”. La respuesta, según Gates, fue que “usar la página de download para bajar algo no era algo que ellos habían previsto”. “Me dijeron que tenía que ir al botón de búsqueda de la página principal y escribir movie maker (no movimaker!) Traté de hacerlo. El sitio era patéticamente lento, pero después de 6 segundos de espera el programa apareció. Entonces pensé que iba a ver un botón de download. Pero era más bien un puzzle que tenía que resolver. El sistema me dijo que vaya a Windows Update, donde tuve que lidiar con otras cosas”, cuenta Gates, superado. “¿Por qué tengo que ir a otro sitio y hacer un scan para bajar Movimaker?”
El correo, que estaba oculto entre documentos que se hicieron públicos en uno de los tantos acuerdos “antimonopólicos” de Microsoft Corp. con la justicia norteamericana, muestra el esfuerzo que tenía que dedicarle Gates a realizar los cambios dentro de la compañía.
Esos miles de documentos estuvieron disponibles on line muy poco tiempo, pero Bishop –que cubre al mundo de Microsoft desde hace años– se hizo un lugar en su disco duro para bajar la información. “Chequeé doblemente que el correo fuera cierto antes de entrevistar a Gates, el 16 de junio pasado, y cuando lo entrevisté no me negó que fuera suyo. El viernes 27 a la mañana lo confirmó públicamente en el último día de su trabajo”, cuenta Bishop a este diario, que publicó también el audio on line (http://seattlepi.nwsource.com/microsoft/) de la charla que Gates dio ante 800 empleados.
La publicación fue una fiesta para los frustrados usuarios de Windows que inundaron los blogs con comentarios del tipo “toma algo de tu propia medicina”. La descripción del correo habla del trabajo de Gates pero también de la ineptitud de los programadores de Windows para tomar decisiones de amigabilidad y usabilidad del sistema.
En el correo, Gates se hace una serie de preguntas sobre el funcionamiento del sistema como “¿Windows Update no tiene una manera de comunicarse con Windows?”, cuando supo que tenía que bajar 17 megas de actualizaciones para seguir con la instalación. “Me puse a bajar cosas. Eso fue rápido, luego quise hacer la instalación. Me tomó seis minutos y la máquina estaba tan lenta que no la pude usar para ninguna otra cosa. ¿Qué demonios pasa durante esos seis minutos? Es una locura. Esto pasa después de que el download haya terminado. Luego me pidió que reiniciara la máquina. ¿Por qué debería hacerlo? Yo reinicio la máquina cada noche, ¿por qué debería reiniciarla esta vez? (...) Entonces volví y fui a Windows Update, olvidé por qué estaba en Windows Update si lo que quería era instalar el Movimaker. Volví a Microsoft.com busqué las instrucciones y tuve que clickear en una carpeta llamada Windows XP ¿Por qué debería hacer eso? Windows Update sabe que estoy en un Windows XP”.
Después de describir el confuso sistema de instalación, y de tener que atravesar otras zonas inhóspitas hasta poder instalarlo, Gates fue a su panel de control, y encontró que... el programa que acababa de instalar no estaba, que los archivos de sistema no funcionaban y el registro tampoco. “Es un desastre absoluto”, escribió Gates. Ahora que Gates será un empleado part time de algunos proyectos de Microsoft, y se dedicará a despilfarrar 37 mil millones de dólares en esa empresa, muchos se preguntan quién hará su trabajo diario. “Es una buena pregunta”, concede Bishop a este diario. “Y no sé si Microsoft sabe la respuesta”, cierra.
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